¿Y LA EDUCACIÓN FÍSICA QUÉ?

Hoy el mundo educativo está en pleno trasteo metodológico, de una formación presencial mayormente tradicional, se está pasando a una educación virtual, originada por la pandemia del Covid-19. Surgen entonces varias interrogantes: 

1. ¿La cobertura de la red y los equipos de comunicación de los estudiantes hacen posible esta metodología?

2. ¿Cuáles son las necesidades formativas, en medio de la crisis?

3. ¿Esta situación puede agravar la deserción escolar?   

4. ¿Cómo se analiza la variable de la calidad educativa con estas metodologías?

5. ¿Qué papel de apoyo asume el MEN y las Secretarías de Educación a los maestros?

6. ¿Qué sucederá con la Educación Inclusiva?

7. ¿Desaparecerán algunas estrategias del desarrollo deportivo, tales como las escuelas de formación deportiva?

Estas y muchas otras interrogantes, surgen en medio de la incertidumbre que esta nueva realidad nos presenta. Aparentemente algunas áreas se prestan para desarrollar esta metodología virtual, pero otras parece que definitivamente deben reorientar sus fines y objetivos, por ejemplo la Educación Física.

En las redes sociales abundan vídeos y transmisiones en vivo que orientan acerca de la realización de ejercicio físico, estrategia que los docentes de Edufisica pueden escoger para el desarrollo curricular; sin embargo, desde la virtualidad se dificulta medir los riesgos fisiológicos que una sobrecarga en el ejercicio físico puede originar, o la aparición súbita de una complicación asociada a una patología asintomática, para citar algunas posibles dificultades de intervención. 

Desde este punto de vista, asumo que el ejercicio físico con los estudiantes debe ser siempre dirigido y supervisado presencialmente por el educador formado profesionalmente; lo más conveniente, cuando la curva de contagio disminuya hasta un nivel confiable, organizar las clases en grupos muy pequeños, con las medidas de protección pertinentes y vigentes... mientras eso ocurre, desde la virtualidad formar en valores, haciendo el análisis crítico de nuestra sociedad y cómo el deporte ha perdido su rumbo, convirtiéndose en un vehículo que mueve millones de dinero incierto, apuestas fraudulentas, sobornos, lavado de recursos, violencia, doping, poder, venganza y muerte. Esta perspectiva indica todo lo contrario, a lo que un profesor le induce a los niños, cuando afirma que el deporte es salud, juego, diversión, valores, recreación, amistad, afecto y familia.